Uno de los problemas más graves y que demuestra el largo camino que hace falta recorrer en materia de educación financiera, está reflejado en las deudas sin control.
Esto tiene que ver con la falta de planeación y administración de nuestros gastos, imagínate, solamente el 20% de los adultos en México lleva un registro de los mismos.
Hacer un presupuesto no es una práctica común entre la población, sin embargo, es un ejercicio que debemos practicar diariamente.
Una de sus ventajas es que al tener mayor control de nuestros gastos, podemos conocer nuestra capacidad de crédito y con base en ello endeudarnos.
No hacerlo puede meternos en serios aprietos y dar origen a que una deuda salga de control.
Ahora, en caso de que la deuda se haya salido de tus manos, o sepas que en un futuro cercano no podrás seguir pagándola, es momento de actuar y acercarte a una institución financiera para evitar que ésta “te pueda quemar”